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Desde hace varios años que el ransomware, en particular, viene siendo la principal causa de interrupciones en las operaciones de las empresas a nivel mundial.
De hecho, más allá de que las compañías han invertido más dinero de lo normal en materia de seguridad digital, los datos revelados en el Informe Anual de Data Protection Trends de Veeam pintan un panorama preocupante.
Al parecer, la mayoría de las organizaciones no se encuentran preparadas para hacer frente a un ataque informático de gran escala y recuperar sus datos de manera rápida y eficiente.
El ransomware: una amenaza persistente
El último año ha sido testigo de un aumento exponencial en los ataques de ransomware. Según este estudio, tres cuartas partes de las firmas encuestadas reportaron haber sufrido al menos un ataque, y una de cada cuatro fue víctima de más de uno.
Como verán, estas cifras ponen de manifiesto la necesidad urgente de adoptar medidas de seguridad más robustas y proactivas.
La brecha entre la protección deseada y la realidad
Muchos no lo perciben, pero existe una notable discrepancia entre lo que las empresas desean y lo que realmente pueden lograr en términos de protección y recuperación.
Cuando se les preguntó sobre su capacidad para recuperar 50 servidores en caso de un desastre, el resultado fue el siguiente:
“Menos de un tercio de las organizaciones se mostraron confiadas en poder completar esta tarea en menos de cinco días hábiles”.
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La inversión en seguridad: un imperativo
Frente a este panorama, no sorprende que las empresas estén destinando una mayor proporción de sus presupuestos a la protección de datos. Se estima que el gasto en este ámbito aumente un 6,6% para este año.
Lo cierto es que dicha inversión no se traducirá necesariamente en una mayor seguridad si no va acompañada de una estrategia de protección de datos bien definida y de la implementación de soluciones tecnológicas adecuadas.
Por lo tanto, las soluciones de protección de datos modernas deberán ofrecer una serie de características esenciales para hacer frente a las amenazas actuales:
- Integración con herramientas de seguridad: Una protección de datos efectiva requiere una estrecha colaboración con las herramientas de seguridad existentes.
- Movilidad en la nube: La capacidad de mover cargas de trabajo entre diferentes entornos cloud es clave para garantizar la continuidad del negocio.
- Automatización: La automatización de las tareas de copia de seguridad y recuperación es crucial para reducir el tiempo de respuesta ante incidentes.
En resumen, el ransomware y otros tipos de ciberataques representan una amenaza constante para las empresas de todos los tamaños.
Por lo tanto, para respaldar la información y garantizar la continuidad del negocio, las compañías tendrán que invertir en soluciones de protección de datos modernas y robustas.
Además de ello, será importante realizar pruebas de recuperación periódicas para verificar la eficacia de las medidas de seguridad implementadas.
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(S.M.C)